Seguramente solemos cuidar básicamente con el objetivo de que sus glándulas sudoríparas no liberen na gran cantidad de fluidos que, acumulados, pueden resultar en olores muy desagradables. Además de su higiene, nos preocupamos de darles un aspecto estético, pues también es un área donde el vello crece constantemente.
Pero lo que mucha gente no se imagina, es que además son una de las partes que pueden enviar signos de advertencia sobre la salud, especialmente cuando existen desequilibrios hormonales y afecciones que comprometen la salud linfática.
Las irregularidades que sentimos en nuestro cuerpo tienen que ver con la indicación de que algo no está bien en nuestro organismo. Por ello, te compartimos las 5 señales que nunca debes pasar por alto.
Mal olor
Es algo común en la mayoría de las personas y todos lo hemos experimentado alguna vez: la acumulación de sudor en la superficie de la piel crea un ambiente ideal para el crecimiento de las bacterias, las que provocan un olor fuerte y ácido que desaparece fácilmente con una ducha y productos desodorantes a diario.
Sin embargo, cuando es demasiado fuerte y persistente, probablemente se deba a que tu cuerpo te alerta de un problema de tiroides o cambios hormonales.
Si el olor se parece a la podredumbre de frutas o esmalte de uñas, probablemente se relacione a la cetoacidosis, que es cuando el organismo reduce su capacidad para procesar los azúcares. Es decir, si sientes malos olores a pesar de tener buenos hábitos de higiene, puede ser una señal de diabetes o prediabetes.
Sensación de comezón
El crecimiento del vello provoca comezón en las axilas, y por lo general es una señal de piel irritada por la agresividad de tu máquina de afeitar o por los químicos que contienen cremas y desodorantes.
La persistente picazón, si está acompañada de manchas roja y células muertas, indicará el crecimiento de un hongo en esa zona de la piel. La recomendación es consultar inmediatamente a tu médico, pues es necesario usar un tratamiento antimicótico.
Dolor
Es común que quienes levantan objetos demasiado pesados o hagan ejercicios con pesas puedan sentir dolor en las axilas, debido al sobresfuerzo físico de los brazos. Es un dolor esporádico y de fácil desaparición, pues basta descansar.
Pero si es un problema persistente y de mayor sensibilidad, deberías consultar al médico pues puede ser señal de nódulos linfáticos inflamados o lesiones en la zona.
Erupciones en la piel
Esta zona, debido a su ambiente cálido y húmedo, es más susceptible de sufrir infecciones por levaduras y el crecimiento de hongos, que generarán un sarpullido combinado con enrojecimiento, picazón y pequeñas erupciones. Estos mismos síntomas, sin embargo, pueden ser producidos por alergias, el excesivo calor y las rozaduras.
Inflamaciones y bultos
No trates de extraerlos con pinzas: la solución está en exfoliar la piel hasta que el vello pueda salir naturalmente.
Sin embargo, si el bulto es de tamaño notorio y se palpa fácilmente, es una señal de ganglios linfáticos inflamados. Esto significa que tu cuerpo está tratando de combatir una enfermedad o infección, o incluso puede ser alerta de un problema más grave.
Si los ganglios permanecen inflamados por varios días o semanas, es un indicio de infecciones e incluso cáncer. Manténlo bajo observación y consulta a tu médico de inmediato, para ver qué tan grave puede ser la condición que alerta.
Si presentas cualquiera de los síntomas listados acá, consulta con un médico especialista apropiado.
