La leucemia es una enfermedad que puede ocurrir en cualquier momento de la vida. Sin embargo, suele ser más común entre los 50 y los 70 años. Es un tipo de cáncer en el que la producción de nuevos glóbulos rojos y plaquetas se ven comprometida ya que la médula ósea, principal productor de estas células, es afectada por la proliferación de células malignas o cancerosas.
Esta enfermedad puede manifestarse de varias formas distintas, por ello, sus síntomas pueden variar. Lo que sí es cierto, es que si no es descubierta a tiempo y tratada correctamente, puede ser mortal ya que los glóbulos rojos son reducidos de forma drástica, siendo estos claves para sustentar y oxigenar todo el cuerpo.
Estos son los 5 posibles síntomas que no deben ser ignorados. De estar presentes es importante consultar a un médico especialista.
Palidez en la piel
Cuando la leucemia está presente, evita el desarrollo de suficiente sangre (glóbulos rojos) saludable, por lo tanto, es posible que se desarrolle un cuadro de anemia que puede llevar a una extrema palidez inusual en la piel de todo el cuerpo.
Fatiga constante
Como la mayoría de las enfermedades graves, la leucemia causa un decaimiento en las energías. Sentirse extremadamente cansado sin motivo aparente es una típica alarma del cuerpo.
Infecciones o fiebres
Es normal enfermarse de vez en cuando, pero la leucemia causa un aumento considerable en infecciones o fiebres ya que el sistema inmunológico está fuertemente debilitado. Es importante notar cualquier aumento de frecuencia de gripes, fiebres o infecciones de algún tipo.
Dificultad para respirar
Si durante la actividad física hay mayor dificultad para respirar que en ocasiones anteriores, o bien, una constante pérdida de facilidad para recuperar el aliento ante actividades físicas, antes consideradas normales, es necesario acudir al médico para hacerse los exámenes necesarios.
La leucemia puede causar que pequeñas cortadas o heridas tarden demasiado para curarse. También produce que ante cualquier contacto se forme un hematoma en la piel o moretones con pequeños puntitos rojos.
Ante la presencia de uno o más de estos síntomas, es importante no alarmarse, pero ir a un médico lo antes posible. El diagnóstico para determinar comenzará con exámenes de sangre y con ellos, el doctor podrá ver los valores reales de las plaquetas y los glóbulos blancos y rojos. Si los resultados de estos tests son preocupantes, el médico suele referir al paciente a un especialista en sangre o cáncer para un diagnóstico más preciso.