Pero ojo, no te llevas todos los laureles…
Ya que los menores serían los más sanos y más libres. Así lo señala un estudio que fue realizado a 20.000 personas de EE.UU, Reino Unido y Alemania.
De acuerdo al estudio existe una relación entre unos rasgos de la personalidad y la salud según el orden en el que una persona nació.
Estos resultados parecen demostrar que no son lineales aquellos estereotipos clásicos respecto a los hermanos mayores y menores como por ejemplo que los más pequeños sean los más revoltosos o que los más grandes son más apegados a las normas.
Sin embargo, en lo que si coinciden es que existen algunas relaciones impresionantes con respecto a la inteligencia, la salud y la sexualidad.
Los más grandes son más inteligentes
El mayor, al parecer, es el más inteligente que los hermanos menores ya que tienen mejores capacidades para entender problemas complejos o ideas abstractas. Además manejarían un vocabulario más completo.
Los científicos aún no conocen la causa de este patrón pero suponen que se debe más que nada a un tema de estatus.
Esto quiere decir que el lugar que tiene el hermano o hermana mayor es un determinante para que desarrollen una mayor inteligencia en comparación a sus hermanos por lo que no se trataría de algo meramente biológico.
Los más pequeños son los más sanos y con una sexualidad más libre
En cuanto a los hermanos menores, estos tienen ciertos rasgos en común como lo es ser más sanos. Y se debería a que desarrollan un mejor sistema inmunológico porque sus hermanos mayores se han enfermado y los contagian.
Lo bueno es que al estar más expuestos a distintos contagios desde pequeños, se hacen más fuertes e inmunes a ciertas enfermedades.
Por último, y más llamativo, es que los hermanos menores pueden tender más a la homosexualidad. Las causas no se conocen muy bien aún pero es una tendencia muy marcada. Aunque se cree que es porque los menores se sienten más cómodos expresando su sexualidad.
Este estudio es el segundo en esta línea por lo que aún queda mucho por investigar y los resultados no son concluyentes. Lo concreto es que la inteligencia y la sexualidad están determinados por una serie de factores relacionados entre sí entre ella al orden de nacimiento.