Los gatos a menudo nos parecen seres independientes y solitarios, pero basta ser dueño de uno para tener claro que esa es sólo su imagen pública, pues realmente odian estar solos. Así, siempre se acercarán -a veces más disimuladamente que otras- para obtener esa compañía que tanto quieren.
Así lo sabe esta mujer, que ni cuando cocina tiene tiempo a solas, pues su gatito se encarama en los muebles cercanos para acompañarla y ver lo que hace.
Pero esta vez, su curiosidad lo hizo pagar el precio por su intromisión.
Las siguientes imágenes muestran a la dueña del felino picando cebolla para el almuerzo y al susodicho apareciendo en la cocina, subiéndose al mueble y acostándose al lado de su dueña mientras cocinaba.
Aún cuando las consecuencias de la cebolla comenzaron a hacerse presentes en su cuerpo, el gato continuó acompañando a su humana.
El pobre felino estaba llorando por el ardor del jugo de cebolla, tal como nos sucede a los humanos cuando la cortamos, pero en lugar de alejarse para huir de la desagradable sensación, permaneció estoico junto a su humana.
Cuando el registro se volvió viral, muchos usuarios aseguraron que sus gatos hacían exactamente lo mismo: preferían sacrificar sus ojos para tener compañía.