Las bodas son eventos especiales donde siempre queremos que todo salga a pedir de boca, y puede que así sea, pero siempre existirá un detalle que llamará la atención o sobresaldrá. Ese fue el caso de esta ceremonia, que se hizo viral por la novia y su increíble look.
En agosto de 2018, la musculosa Gabi García contrajo matrimonio con el amor de su vida, bruno Almeida. Rápidamente, varios videos de su boda se hicieron virales debido al aspecto de la novia, quien muestra unos músculos impresionantes debajo de un delicado vestido de novia.
Lo que disparó las reacciones fue el hecho de que la mujer es mucho más musculosa y grande que su pareja, lo que demuestra al mundo que en el amor los estereotipos sobran.
Gabi García es una campeona brasileña de Jiujitsu con 32 años de edad, mientras que Bruno Almeida es un especialista en crossfit. Ambos sellaron su amor en el verano pasado, luego de tener una relación por casi dos años.
El video del baile de recién casados revolucionó Internet, donde recibió comentarios positivos pero también sufriendo diversos ataques hacia Gabi por quienes la criticaban porque su cuerpo era “poco femenino”. Algunos incluso dijeron que se trataba de una boda entre dos hombres.
Gabi es cinta negra en Jiujitsu brasileño, fue campeona profesional en 7 ocasiones y ha logrado el primer lugar del mundo en su categoría 7 veces.
Durante el año pasado, y gracias a los ataques que recibió en Internet, Gabi reconoió haber sufrido depresión. Por ello, la deportista escribió un inspirador mensaje en sus redes sociales después de que un hombre la atacara acusándola de “pelear sólo con ex luchadoras”.
Lee la inspiradora respuesta de Gabi a continuación:
“Quien estuvo conmigo el año pasado sabe que pasé momentos muy difíciles. Pasé por problemas de salud y mi mente estuvo agotada y en malas condiciones.
No me avergüenzo de decir que por momentos creí no aguantar. Estaba entrando en depresión y no había nada que reclamarle a los demás, sólo que yo no estaba bien.
Salud mental, necesitaba sacar fuerza de donde no la tenía. Me uní a las pocas personas que estaban a mi lado y me di cuenta que ellos eran mis verdaderos amigos, extrañé mi casa hasta las lágrimas y me preguntaba si mis decisiones fueron las correctas.
Era normal, no estoy hecha de acero. Pasé 11 años de mi vida sin descansar y venciendo obstáculos entre ellos, señalamientos que dolían y siempre regresé más fuerte, pero perdía la batalla en mi mente.
Luego de muchos meses, me esforcé en entrenar para intentar olvidar el dolor.No puedo decir que existe una fórmula mágica, no hay nada más fuerte que nuestra mente. Ella nos puede tirar y puede hacer llegar a lo más alto.
Me tomó muchas malas experiencias el darme cuenta que lo importante no es los demás creen de nosotros o lo que piensan que es verdad sino encontrar los errores y aprender de ellos. Me amo más que nunca, mejoro cada día, busco una pelea más. Estoy lista”.
