Debido a irrefutable evidencia, una mujer de 37 años fue condenada por maltrato infantil por omisión luego de mantener a su hijastro encerrado en un armario por largos períodos de tiempo durante los últimos 5 años. En varias ocasiones, el menor casi muere de inanición.
Tammi Bleimeyer fue condenada a 28 años de prisión por maltratar a su hijastro, en un nuevo caso del “efecto cenicienta”.
El “efecto cenicienta” es un término usado para casos en que padrastros o madrastras toman actitudes abusivas contra sus hijastros. Según estadísticas, los niños y niñas son más propensos a ser maltratados por padrastros o madrastras en comparación a sus padres biológicos.
Tammi Bleimeyer y su esposo Bradley fueron sentenciados a prisión por maltratar y abusar del pequeño Jordan: lo encerraban en un armario bajo las escaleras y no le daban alimento.
Aunque Bradley es el padre biológico del chico, aún así permitía el abuso de su esposa.
La mujer fue capturada en un motel mientras intentaba huir de la justicia.
Cuando Jordan recibió ayuda de las autoridades, se encontraba en un lamentable estado: tenía heridas, golpes, cortes y una severa desnutrición.
Los exámenes realizados en el hospital revelaron que el abuso sufrido por el niño era severo, así que la madrastra fue sentenciada a 28 años de prisión y perdió la custodia de sus 7 hijos.
En cada caso existen ciertas señales que permiten saber cuándo un infante es una víctima real o potencial de maltratos y abusos:
- El bienestar del niño es frecuentemente ignorado
- Nunca se ofrecen respuestas concretas acerca del estado o paradero del niño
- Restricciones indebidas
- El uso de palabras negativas (inútil, malvado) para referirse al infante
Como cualquier niño, los hijastros esperan recibir amor y atención de parte de sus padres, sean biológicos o no. Se debe crear conciencia sobre esta problemática, para evitar tragedias como la de Jordan.