Están los que aman la ortografía y los que nunca aprendieron a escribir correctamente, lamentablemente no existe nada en medio. Durante nuestros años de escuela lo que más nos enseñaban era cuidar esta valiosa herramienta para poder comunicarnos correctamente.
Si al escuchar o leer algo mal escrito te burlas o intentas corregir la palabra, entonces formas parte del primer grupo, el cual, según un estudio, puede llegar a ser muy irritante.
Pero todo depende de tu comportamiento, si solo intentas ayudarlo de buena manera no pasa nada. El problema está cuando te ríes, burlas o te molestas por el error.
Este comportamiento odioso se relaciona con la perfección a la que apuntan muchas personas, por eso juzgan a quienes no tienen buena ortografía, según un experto de lenguaje de la Universidad de Nueva York. Por lo general, las mujeres son quienes lo hacen.
Durante una investigación al respecto se reunió a un grupo de personas para corregir textos. Se evidenció que las personas extrovertidas no eran muy críticos con las faltas ortográficas, sin embargo, aquellos introvertidos, eran muy cuidadosos en el análisis del texto y bastante más crítico con los errores.
Si formas parte de este grupo de personas obsesionadas con la ortografía más vale que no seas tan irritable, puedes corregir para ayudar al otro a mejorar pero no te vuelvas un/a odioso/a.