Sarah Gray es médico y futura cirujana ortopédica graduada de la Universidad de Adelaine, en Australia y es una de las mujeres con más tatuajes que practica la medicina. Esto la ha vuelto muy popular en todo el mundo, no solo por la cantidad de dibujos en su piel, sino que además por todos los prejuicios derribados con respecto a los tatuajes.
Mientras cumple su sueño de convertirse en médico, le demuestra a la sociedad que tener tatuajes no influye en el potencial o profesionalismo de las personas.
Sarah ha sido muy bien recibida por sus colegas, de hecho recientemente tuvo su primera entrevista de trabajo y logró conseguir su primer puesto quirúrgico preferencial.
“Obviamente, ellos no dejaron que mi apariencia comprometiera mi potencial”.
Sarah Gray
Debido a su apariencia, Sarah a podido vivir muchas experiencias positivas en su vida. Sin embargo, de todas maneras a tenido que enfrentarse a algunas situaciones incómodas.
Un día mientras comía junto a su esposo en un restaurante en Australia, les pidieron que abandonaran el lugar, una prueba más de que la apariencia aún es un tabú y los que no concuerdan con los estándares establecidos por la sociedad, no encajan.
A pesar de las malas experiencias, Sarah logró abrir su propio estudio artístico, un lugar en donde ahora tatúa a otras personas. También ganó el concurso Miss Ink Australia en 2017 y recibe a diario el apoyo incondicional de todas las personas con las que convive.
“Si quieres algo y trabajas duro, puedes conseguirlo. Cuantas más personas ayuden a eliminar los límites de los estereotipos, más serán las posibilidades de cambiar la forma de pensar de la gente en el futuro”.
Sarah Gray
La única forma de poder abrir la mente de los demás es contribuir, trabajar y demostrar que lo diferente no necesariamente está mal, solo es distinto a los socialmente establecido.
“Si no tienes nada bueno que decir, entonces, no digas nada”
Sarah Gray
Para Sarah, la creatividad es una forma de autoexpresión que debería aprovecharse al máximo y no ser juzgada o rechazada, ya que demuestra la verdadera esencia de las personas.
Lamentablemente los tatuajes se convirtieron en un tabú desde que comenzaron a ser bastante comunes entre los presos o delincuentes para demostrar su estatus dentro de sus pandillas. Sin embargo, decorar el cuerpo con imágenes es una tradición que existe desde las antiguas tribus que poblaron nuestro planeta.
Desafortunadamente, este estudio demuestra que los estigmas de los tatuajes aún existen, a pesar de vivir en una época mucho más moderna y abierta a cambios.
¿Has sufrido alguna discriminación por tus tatuajes?