Parece ficción, pero es verdad: un hombre resultó herido luego de abrir fuego contra un armadillo y que la bala rebotara y le llegara en la cara.
El hecho ocurrió en Cass (Texas), cuando el hombre decidió dispararle a un armadillo que estaba merodeando cerca de su hogar alrededor de las 3 de la mañana. Pero la situación no fue como esperaba, pues luego de dispararle 3 veces al animal, una bala rebotó y se alojó en su mandíbula.
El sujeto debió ser trasladado de urgencia al hospital más cercano para que la bala fuera retirada de su rostro. Ahí el hombre declaró que el fuerte caparazón del armadillo rechazó todas las balas que disparó mientras intentaba espantarlo para que se fuera de su propiedad.
Cuando disparó por tercera vez, la bala reboto directo a su rostro. Y es que el caparazón del armadillo es famoso por su dureza, que lo protege de sus depredadores naturales (y al parecer, de los humanos con pistola).
El Sheriff del condado de Cass, Larry Rowe, declaró que no se encontraron rastros del armadillo en la propiedad del hombre herido, por lo que asumió que el animal pudo escapar sano y salvo del incidente.
Pese a que el hombre asegura que la bala que le dio en el rostro rebotó en el caparazón del armadillo, no hay pruebas que lo confirmen. En realidad pudo haber rebotado en cualquier otro objeto.
No obstante, pese a lo extraña que pudiera resultar la situación, dispararle a los armadillo no parece ser algo poco común en el sur de los Estados Unidos: previamente, un residente de Georgia abrió fuego contra un armadillo, y la bala rebotó y llegó a la espalda de su suegra.