Cerca de la frontera de Gales, específicamente en la zona de Higher Wych, se llevó a cavo hace unos días atrás la reunión del grupo de caza Wynnstay Hunt.
En esta oportunidad, una agrupación animalista que visitaba el sector, logró registrar un video del evento completo y las horribles reacciones de los miembros del grupo de caza cuando estaban estacionados a un lado del camino con sus caballos listos para la sesión de cacería.
El cuidador de uno de los caballos, estaba un poco complicado con dos equinos que no se movían como él quería, ya que buscaba que se arrimaran a la berma del camino para que pasara el vehículo de los animalistas.
Justo en ese momento, el cuidador se descontrola y decide corregir a uno de los caballos con dos fuertes patadas justo sobre una de sus patas, las que hacen retroceder al animal rápidamente.
Esas patadas causaron la furia inmediata de los animalistas, quienes comenzaron a increpar al abusador. Cuando pasan a su lado lo insulta y gritan en la cara, pero el tipo no responde y sigue con su labor.
“Nos cruzamos con un grupo pequeño de jinetes y sus camiones de caballos, y vimos a uno de los cuidadores pateando agresivamente a uno de los caballos que estaba vigilando. Paramos para conversar con él y explicarle el error que estaba cometiendo, e informamos a los jinetes sobre este maltrato. Ellos respondieron con carcajadas. Es impresionante la poca preocupación que tienen por los animales“
Vocero de Chestire Hunt Saboteurs, agrupación animalista anti-caza
Luego de pasar, los animalista se acerca en vehículo a otros de los cazadores y les preguntan si vieron las patadas, pero también son ignorados. Uno de los activistas le pregunta a uno de los cuidadores si es que le importa que el animal haya sido maltratado y ante el silencio, otro de los activistas comenta que “les importa un carajo”.
Cuando los activistas le preguntan a una de las cazadoras que se preparaba para salir a asesinar animales salvajes, si está de acuerdo con el maltrato al caballo recién registrado, ella contesta son preocupación e indignación, pero luego sonríe irónicamente a los activistas.
Finalmente los activistas son increpados por los miembros del club de caza y los echan del lugar. Ante la amenaza, la persona que estaba grabando decide cortar el registro.
Rápidamente la policía del norte de Gales fue avisada del incidente, sin embargo hasta la fecha no ha sucedido nada.
Para que estas prácticas se acaben y sean penalizadas, deben existir leyes que realmente se cumplan.