Algo que todos tenemos claro hoy en día es que lavarse las manos es un acto muy simple pero súmamente importante para evitar el contagio de enfermedades. Sin embargo, si aún no te convences de ello, este experimento que hizo una profesora de Idaho, Estados Unidos, para recordarle a sus estudiantes de primaria la importancia de tener las manos limpias al manipular alimentos, evidencia con lujo de detalle que este paso previo podría salvarte de un contagio.
El experimento consistió en comprobar cómo afectaba el contacto de manos sucias y manos limpias en una rebanada de pan. La profesora distribuyó las rebanadas de pan y sin entrar en contacto con nada más, le pidió a sus estudiantes que las tocaran. Algunos lo hicieron con las manos sucias, otros con las manos limpias con desinfectante, otros con manos limpias con agua caliente y jabón. También frotaron una rebanada sobre la pantalla de un Chromebook usado en clase y por último dejaron una sin tocar.
Guardaron las rebanadas de pan en una bolsa plástica y cuatro semanas más tarde vieron los resultados.
Las rebandas 2 y 4 estaban impecables, quellas que dejaron sin tocar y la que tocaron con las manos lavados con agua y jabón.
La rebanada 5, que tocaron con manos lavadas con desinfectante, mostraba señales de bacteria. Por lo tanto, no hay nada que sustituya lel lavado con agua y jabón.
La rebanada 3, aquella tocada con las manos sucias, estaba llena de moho.
Y la rebanada 1, la que había frotado en la pantalla del Chromebook, estaba totalmente asquerosa.
Las pantallas de los dispositivos electrónicos, especialmente aquellos táctiles, pueden albergar toda clase de suciedad y agentes contaminantes. Por lo que es muy recomendable acostumbrarse a desinfectar las pantallas regularmente.
Mantener una buena higiene es muy importante para evitar rebrotes de virus.