La pandemia de coronavirus ha puesto en jaque los servicios de salud de todo el mundo e incluso el sistema económico mundial, dejando en evidencia la desprotección que sufren las personas con menores ingresos. Además, el virus ha causado estragos en familias, con cientos de miles de muertos.
Pero aún la gente que sobrevive a la infección, puede terminar con devastadoras consecuencias en su cuerpo. Así lo demostró Mike, un trabajador del área de la salud en San Francisco (California), quien pese a tener buena salud y un cuerpo resistente, sobrevivió pero terminó con gran daño.
Mike hizo todo lo que pudo para atender a sus pacientes y mantenerse sano, hasta que se contagió.
Apasionado por la práctica deportiva, luchó por 8 semanas contra el COVID-19, por lo que perdió muchos kilogramos de masa muscular al punto que quedó casi irreconocible.
“Quería mostrarles a todos lo malo que puede ser estar sedado durante 6 semanas con un ventilador o entubado”, comentó en una publicación en Instagram.
“Entre otras cosas, el COVID-19 redujo mi capacidad pulmonar con neumonía. Durante 8 semanas he estado lejos de mi familia y amigos. Me fortalezco cada día y trabajo para aumentar mi capacidad pulmonar”.
Aunque se cree que el coronavirus es más riesgoso principalmente para los adultos mayores, Mike no lo sufrió como una simple gripe: necesitó de cuidados intensivos para poder recuperarse, pese a su excelente condición física.
Mike sabe que con ejercicios cardiovasculares podrá fortalecer su capacidad pulmonar, para afrontar afectaciones como estas y volver a la normalidad.
Pese a todo el trauma físico y mental que sufrió, ahora se encuentra motivado y volverá a retomar los ejercicios con más fuerza que antes para volver a estar en su mejor forma.
“Esta vez volveré a donde estaba de forma más saludable, tal vez incluso haga cardio”, añadió en su mensaje por redes sociales.
Esta historia es un gran mensaje para quienes se toman a la ligera esta emergencia sanitaria porque supuestamente tiene una baja mortalidad. Hasta el día de hoy, más de 346 mil personas han muerto en todo el mundo por coronavirus, así que lo mejor es quedarse en casa para evitar contagiarse.