Según el propio gobierno holandés esta matanza se realizaría “por razones de salud pública” ya que algunos ejemplares son reservorios de coronavirus.
Según el medio de comunicación Hart van Nederland, 1600 visones han sido sacrificados con dióxido de carbono para así no dañar su pelaje. En los Países Bajos hay 140 granjas de visones que exportan pieles por 90 millones de euros.
Todos los criaderos de visones están siendo investigados por autoridades sanitarias ya que en las últimas semanas se confirmaran dos casos de contagio desde animales a humanos, los primeros conocidos tras el inicio de la pandemia en China.
El coronavirus fue detectado en las granjas a fines de abril ya que los trabajadores comenzaron a observar problemas respiratorios y gastrointestinales en algunos de estos animales.
Tras esto se aplicaron estrictas medidas sanitarias en las granjas además de la prohibición de visitas a ellas y del transporte de estiércol y de visones por todo el país.
La crianza en granjas de estos animales se prohibirá a partir del 2024, ya que en el 2013 se cuestionó la existencia de estas granjas que lucran con sus pieles. Ahora los criaderos que deban cerrar podrán solicitar una compensación económica al Estado debido a esto.