Algunos las usan para protegerse a sí mismos y otros, para proteger a los demás, pero lo importante es llevarla.
Hoy todo ha cambiado. Ya no podemos vernos sonreír y el distanciamiento social no permite que nos abracemos, pero todo es por una buena causa, vencer a un virus que está llevándose numerosas vidas.
Hoy lo primordial es utilizar los elementos de protección y mantener las medidas sanitarias.
Encontrarnos en la calle o en diferentes espacios con gente que no usa mascarilla puede ser muy estresante ya que no sólo esa persona no se está protegiendo a sí misma, sino que está poniendo en riesgo a todos los demás.
Lo menos que podemos hacer es cuidarnos y cuidar a los demás, mientras en los hospitales el personal médico da una lucha que es bastante ardua.
Usar mascarilla es un símbolo de solidaridad y al salir no debes dejar en casa la tuya. Además debes lavar muy bien tus manos.
Hay que educar a quienes son indiferentes a esta pandemia y lo mejor es hacerlo con el ejemplo.
Mark Smilinski es una doctora que enfrenta la pandemia desde la primera línea. Ella ha expresado su tristeza.
Mark dijo a Forbes que es comprensible que muchos quieran relajarse en verano, pero que hoy eso no se puede y que hay que respetar el distanciamiento social para pronto volver a nuestra vida normal.
Debemos reflexionar sobre el uso de las mascarillas que nos permiten mantenernos sanos, un implemento que es más que necesario en aquellas personas que no pueden mantener el distanciamiento.
Usemos las mascarillas, para más temprano que tarde volver a juntarnos como hacíamos antes.