Beka Garris caza desde los 10 años y ahora quiere traspasarle el legado a su hija pues así alimenta a su familia, aunque en internet la tildan de «mala madre».
Hoy la vida de los animales está tomando mayor relevancia gracias a la ola de animalismo en el mundo. Lo lamentable es que la caza aún se practica como deporte o como el medio de obtener una comida exótica.
Una mujer ha sido abiertamente criticada por cazar diferentes especies en Estados unidos, pero lo más grave es que hace parte de esta actividad a su pequeña hija de dos años. Tras la caza ella posa junto a la pequeña con sus presas.
En internet la califican de «mala madre» debido a que lleva a su pequeña a su caza y la expone a fotografías de alto impactto.
Beka Garris tiene 31 años y caza desde que tenía 10. Lo que busca es transmitirle esta tradición familiar a su pequeña Isabella.
Beka y su hija salen ala amanecer para lograr cazar un venado de 90 kilos, ciervos o conejos.
Ante las críticas la mujer responde que «cada padre tiene la opción de criar a sus hijos como mejor les parezca» por lo que no le preocupan las opiniones ajenas.
Según Beka ella y su hija pasan tiempo juntas al aire libre, su pequeña aprende de la naturaleza y es importante enseñarle «que la comida proviene del bosque, el agua y el jardín».
Beka cree que la caza junto a su hija debe normalizarse ya que la carne que ella lleva a su hogar es más sana que la que se compra en el supermercado.
Aún con todas la explicaciones de Beka, la gente siente que este acto es cruel y no debe permitirse, menos con un niño tan pequeño.