“Está creciendo, pero no puedo tolerar su grosería y falta de respeto” dijo Becky, la madre del niño de 13 años.
Becky se aburrió del mal comportamiento de su hijo en la escuela, porque siempre que lo encaraba, él sólo se reía de ella. Un día decidió ir a clases junto a él y sentarse a su lado, porque no sabía que hacer para frenar su actuar.
Su cara era la de una madre que ya no puede con tanta vergüenza. Nadie se imaginaba que ella iría al colegio para darle una lección y la mujer sacó aplausos por su jugada.
“Lo amenacé varias veces con irme a sentar con él en la escuela de ser necesario, y el siempre se reía (…). Él no tenía idea y por supuesto que estaba muy avergonzado, me presenté como su mamá”
Comentó Becky, para Kent Live.
Esto sucedió en la Sittingbourne Community College, en Kent (Inglaterra) donde su hijo de 13 años cursa octavo grado. Los profesores ya habían dado cuenta del mal comportamiento del chico enviándole correos a su madre.
“Está creciendo, pero no puedo tolerar su grosería y falta de respeto. He recibido una llamada tras otra del colegio sobre su comportamiento. Le he castigado en numerosas ocasiones, pero nada parecía molestarlo”
Relató Becky a Kent Live.
Ella decidió tomar cartas en el asunto y le comunicó su idea al colegio. Desde allí aceptaron la idea y ella al día siguiente acudió a clases con su hijo. La situación fue compartida en Facebook recibiendo miles de felicitaciones.
“Si solo tuviera una foto de su rostro cuando entré y me senté a su lado… se puso tan rojo que no hay nada con lo que pueda compararlo”
Concluyó la madre, para Kent Live.
Seguramente su hijo nunca olvide esta lección.