Definitivamente no todo lo que parece perfecto por fuera, es así por dentro. Con frecuencia conocemos casos de matrimonios entre estrellas bellas y talentosas que se caen a pedazos y producen enormes escándalos.
Pero quizás el caso más criticado que se ha visto en el último tiempo ha sido la ruptura marital ente Amber Heard y Johnny Depp, en donde su relación de pareja contrasta totalmente con la elegancia que demostraron hacia el exterior.
El 2009 se conocieron en la película “Diarios de un Seductor” y luego de un par de años se comprometieron.
Los invitados a la boda la describieron como una ocasión perfecta, cómo no, si tuvo lugar en la isla privada de Johnny Depp en las Bahamas.
La velada contó con actividades recreativas como el buceo y una horda de chefs de primer nivel que sirvieron comida exquisita durante todo el fin de semana que duró el evento.
La ceremonia fue descrita como un asunto sencillo, en donde los actores dejaron fuera las grandiosidades de Hollywood.
“Johnny había perdido peso y desaparecía en el baño por largos períodos durante la boda. Estaba más posesivo que de costumbre y la mayor parte del tiempo no tenía sentido. Intenté sonreír y entretener a nuestros invitados. Pero nunca me había sentido más sola en mi vida.”
Amber Heard testificando en el juicio de Johnny Depp contra The Sun
La desintegración del matrimonio, que por fuera parecía perfecto, se debió esencialmente por el uso de drogas y por la violencia doméstica. Como consecuencia, comenzaron la infidelidades y los ataques en la prensa, convirtiendo el asunto en un problema totalmente mediático.
De acuerdo a la historia que cuenta Amber, es difícil creer que la historia hubiera terminado en otra cosa aparte de un dramático divorcio.
Aunque también debemos tener en cuenta que algunas de las declaraciones de Amber no han tenido mucha consistencia en relación a su conducta.
De cualquier manera, si el matrimonio entre ellos era tortuoso, lo mejor era seguir ambos por caminos separados.