El estruendo de esta erupción dio 4 veces la vuelta a l mundo en 5 días.
El 27 de agosto de 1883 el volcán Krakatoa hizo erupción dejando 37 mil víctimas fatales debido a la explosión y a los tsunamis cuyas olas alcanzaron los 40 metros de altura. Las cenizas de este evento viajaron por el mundo dando origen al invierno volcánico que disminuyó la temperatura del planeta en los 4 años siguientes.
La erupción fue tan potente que las partículas ligeras expulsadas en el desastre flotaron por años, generando inusuales atardeceres que pintaban el cielo del planeta de diferentes tonos tras la filtración de rayos solares.
Un efecto invisible de la erupción del Krakatoa fue uno que se percibió a miles de kilómetros? un rugido que provocó el sonido más potente escuchado en el planeta.
Sonido ensordecedor
La erupción del Krakatoa produjo sismos y expulsión de lava, pero también una onda de choque provocada por el aumento en la presión y temperatura del aire, lo que viene acompañado de un estruendo que se propaga a la velocidad del sonido, es decir mil 234 kilómetros por hora en todas direcciones.
El sonido de esta explosión fue tal que pudo percibirse en un barco inglés que estaba a 65 kilómetros de distancia. Según lo que escribió Norham Castle, el capitán del barco, en su bitácora, el estruendo provocó que a la mitad de la tripulación se le reventaran los tímpanos.
Se cree que en 200 kilómetros, el sonido superó el umbral del dolor para los oídos humanos, lo que se estima entre los 130 y 140 decibeles. Los sonidos por encima de este nivel, como presenciar el despegue de un avión a metros de distancia sin protección para los oídos, puede causar daño auditivo permanente.
Este sonido también se percibió como el de una bala de cañón en Australia y Nueva Guinea, es decir a unos 3 mil kilómetros de distancia, donde se percibieron como detonación de artillería. Incluso la explosión se escuchó en Mauricio, a unos 5 mil kilómetros de distancia, aproximadamente la que existe entre Ciudad de México y Montreal.
El sonido no sólo pudo oírse, sino también sentirse y causar dolor y fue percibido en todo el mundo con diversos instrumentos.
Un barómetro en Batavia a 161 kilómetros del lugar de la erupción, marcó el aumento en un depósito de gas en 2.5 pulgadas de mercurio, es decir lo que produce un estruendo comparable a 172 decibeles.
El estruendo del Krakatoa dio 4 vueltas al planeta
Los barómetros en distintas estaciones meteorológicas presentaron cambios en la medición de presión atmósferica.
8 horas tras la explosión en Sidney se detectó este cambio, en 12 horas el sonido llegó a Europa y aunque no fue perceptible para las personas, instrumentos en Viena, Munich y Paris captaron los ecos de la explosión. Tras 16 horas en Toronto y Nueva York, los barómetros mostraron aumento por el sonido generado por el Krakatoa.
Sin embargo estas variaciones siguieron apareciendo en las estaciones cada 34 horas durante 5 días, por lo tanto se cree que este sonido dio la vuelta al planeta al menos 4 veces.