Parecería que el río cerca de la playa Cachadaço (Brasil) es un cauce fluvial como cualquier otro, pero hay algo misterioso que se esconde entre sus aguas.
Ubicado a 270 kilómetros al sur de Río de Janeiro, en Trinidade, una pequeña e insignificante roca del costado del río se traga vivos a los bañistas.
La llaman “la piedra que traga”.
Si bien pudiera ser una trama propia de Edar Allan Poe u Horacio Quiroga, esta roca no tiene nada de ficción y mucho de realidad.
Cuando nos acercamos a ella, experimentamos algo así como la abducción por la materia: la presión de agua nos toma con tal fuerza que terminamos atravesando un pequeño agujero, un túnel.
El pasadizo, húmedo y oscuro, nos atrapa por unos segundos antes de conducirnos a una piscina natural.
Fueron unos turistas quienes descubrieron esta hermosa piscina natural oculta luego de la piedra que traga.