Si tienes un perro sabrás que tu amigo de cuatro patas puede sentir las emociones humanas. Siempre se dan cuenta si estamos tristes, preocupados o enojados. ¡Es una habilidad única!
Además, su sentido del olfato también puede revelar algunas enfermedades. Como ocurrió en el caso de Keola. Este perro le salvó la vida de su dueña embarazada y su bebé por nacer.
Alhanna Butler hoy le agradece a su perro por la increíble intuición que tuvo. Fue capaz de revelar la enfermedad de su dueña a tiempo.
Akita Inu es una raza japonesa que se adapta bien para la protección y la caza y son excelente niñeras.
Keola vivió desde pequeña con sus dueños, Ricky y Alhanna. Viven en South Yorkshire, Inglaterra y es un miembro importante de la familia.
Alhanna pudo quedar embarazada en 2015 y estaban felices de esta nueva etapa que estaban empezando.
Pero de repente su comportamiento cambió. Empezó por interesarse demasiado en el vientre de Alhanna. Le ladraba, gemía y hurgaba con la nariz como si tratara de decirle algo.
Cuando cumplió las 18 semanas de su embarazo, Alhanna empezó a sentir un dolor agudo en la espalda. Era tan fuerte que apenas podía caminar. Eso hizo que fuera a ver a su médico para saber el motivo de su dolencia. Sin embargo, el doctor no le encontró nada extraño.
“El doctor me dijo que mi cuerpo estaba muy cansado de tener que cargar con el peso de una barriga grande“.
El especialista la calmó y le dijo que su dolencia se debía más que nada a las peculiaridades de la estructura de su cuerpo. Pero ella creía que el dolor estaba relacionado con el bebé.
“¡Fue terrible! Algunas personas ni siquiera creían que realmente me dolía de verdad. Algunos médicos me reprochaban que si no eres capaz de soportar este dolor, ¿cómo sería cuando diera a luz?” Pero sinceramente, ¡apenas podía caminar!”
Cuando volvió a casa, Keola se recostó junto a ella y puso la nariz sobre el vientre y comenzó a ladrar. Alhanna ya empezó a preocuparse de verdad.
“¿Por qué mi perro se comporta así?”
Alhanna tomó una foto y la subió a Facebook. Sus amigos reaccionaron de inmediato y le aconsejaron considerar la advertencia de Keola. La mayoría decía que los perros tienen esa capacidad de detectar lo que no anda bien.
“Mi mamá me decía por teléfono que escucha a mi perro. ¡Está tratando de decirte algo!”
Con los días, el comportamiento de Keola se hizo cada vez más extraño. Alhanna decidió hacer caso a los consejos de todos y volvió al hospital.
Luego de una serie de exámenes y pruebas supo que tenía una enfermedad muy rara. Se trataba de una infección renal doble y estaba en riesgo de morir.
Keola había percibido el problema mucho antes de que los mismo doctores.
Gracias a su comportamiento, Alhanna pudo recibir el tratamiento adecuado y de forma oportuna. De otro modo, habría muerto ella y el bebé que estaba gestando.
“¡Nuestro perro me salvó a mí y a mi bebé!”
Gracias a su insistencia, los médicos pudieron descubrir la razón de su dolencia.
Alhanna dio a luz a su pequeño hijo y, por fin, Keola conoció a su “hermanito”.
Ambos se convirtieron en los mejores amigos desde el primer instante que se conocieron.
Y ahora son inseparables.
Ricky y Alhanna están muy orgullosos de su perrita.
Keola fue la heroína de esta historia y merece todos los elogios.