En nuestra cabeza hay 12 pares de nervios y uno de ellos puede ocasionar este tipo de neuralgia incapacitante de la que se tienen datos desde la antigüedad, cuando Areteo de Capadocia, médico del siglo II, la describió por primera vez.
Es un tic doloroso, como una descarga eléctrica que irradia el área facial que se extiende desde el pómulo hasta la barbilla. Este dolor crónico afecta un nervio en concreto, el que le da nombre, es el quinto nervio craneal y uno de los más largos de nuestra cabeza.
La neuralgia del trigémino aparece en forma de “tics” de fuerte intensidad. Son intervalos cortos, de entre dos segundos y un minuto, donde la persona queda paralizada, sin poder masticar o incluso hablar a causa del dolor. Dura poco, pero en ocasiones puede progresar y llegar a durar cada vez más tiempo.
Este nervio, a su vez, tiene tres ramas que cruzan el área visual, el cuero cabelludo, la frente y la parte frontal de la cabeza. Ello explica por qué las personas experimentan dolor en la mandíbula, la mejilla, los labios, dientes e incluso las encías.
El origen de la neuralgia está en un vaso sanguíneo que comprime el nervio del trigémino cuando este sale del tallo cerebral. La vaina que rodea al nervio se desgasta, por el paso del tiempo o por una enfermedad que deteriora la propia mielina del nervio. Este desgaste progresivo del nervio trigémino provoca que envíe señales anormales al cerebro.
Síntomas
- Los episodios inician de forma aguda, a modo de “descarga eléctrica”.
- Poco a poco los ataques se repiten con solo tocar la cara, masticar, hablar o cepillarse los dientes.
- Los ataques de dolor duran entre pocos segundos y varios minutos.
- Los episodios pueden durar días y luego desaparecer para volver dentro de un mes, o durar varios meses seguidos.
- El dolor irradia la mejilla, mandíbula, dientes, encías, labios y con menos frecuencia los ojos y la frente.
- El dolor suele afectar solo a un lado de la cara.
- Los ataques se hacen más frecuentes e intensos con el tiempo.
La neuralgia del trigémino suele afectar en especial a personas mayores de 50 años. Pero de todas formas puede presentarse en personas más jóvenes. El trastorno es más común en mujeres que en hombres y suele ser hereditario.
Diagnóstico
El diagnóstico médico de la neuralgia del trigémino se basa en tres puntos clave que permiten diferenciarla de una migraña por ejemplo.
- Tipo de dolor, si es breve hablamos de neuralgia del trigémino.
- Ubicación, conocer las partes afectadas de la cara es básico para diagnosticarlo.
- Disparadores, esto reacciona con la estimulación de la luz a las mejillas, con el acto de masticar y de hablar.
Luego de comunicarle al especialista estos puntos, el médico puede pedir las siguientes pruebas:
- Examen neurológico
- Resonancia magnética
Se usan anticonvulsivos para bloquear el disparo nervioso de esta estructura cerebral. Cuando el dolor es constante, se usan los antidepresivos tricíclicos. Pero los simples antiinflamatorios o analgésicos no sirven.
Enfoque quirúrgico
Si los fármacos no sirven, se pasaría a un procedimiento neuroquirúrgico.
- Una rozotomía es un procedimiento donde se destruyen determinadas fibras nerviosas para bloquear el dolor.
- La compresión con balón es una técnica sencilla y rápida. Se inserta una cánula por donde pasa un pequeño balón que tiene como finalidad comprimir el nervio trigémino para reducir su estimulación y el dolor.
- La inyección de glicerol es otra técnica para aislar las fibras del nervio trigémino e impedir así esas descargas eléctricas tan dolorosas.
En caso de que estas estrategias no funcionen, se lleva a cabo la descompresión microvascular, una intervención más delicada, pero mucho más efectiva. Luego de esto, la neuralgia no vuelve a aparecer.