Una australiana quiso compartir su historia de cómo logró perder 31 kilos y medio en sólo 3 meses. Pero lo más curioso es que dice no haber hecho ningún tipo de ejercicio.
Ella es Ana Reyes y, según contó, todo esto surgió luego de reaccionar y decidir cambiar su físico cuando vio una foto suya y en donde aparecían 4 generaciones. Simplemente no le gustó cómo se veía.
“No podía creer cómo me veía. Me di cuenta entonces que no podía subir las escaleras ni podía pintarme las uñas de los pies”.
La mujer tiene 5 nietos y comentó también que sentía que su confianza y seguridad las había perdido y estaba muy deprimida. De hecho, ya no salía porque ya no le quedaba su ropa.
” Yo sufría de una depresión muy fuerte por culpa del sobrepeso y la ansiedad. Mi vientre siempre lo tenía hinchado y no podía inclinarme siquiera para cortar las uñas de los pies. También ir al baño era un gran reto. Socialmente me aislé y me alejé del ojo público y de mis amigos. Lloré muchas noches y terminé siendo medicada por depresión y ansiedad. Cuando mi hija quiso una foto generacional de la familia, me di cuenta realmente de mi estado y por lo que me había hecho a mi misma. A partir de ese momento, cambié mi forma de pensar y comencé con “la dieta 123” en mayo de 2017. En 3 meses, perdí 30 kilos. No voy a decir que fue muy sencillo, pero me mantuve motivada y siempre pensando positivo. Fui estricta y nunca quise hacer trampa. ¿Por qué lo haría después de todo el camino avanzado? Con el apoyo de muchas personas, logré llegar a la meta. Gracias a todos los que me apoyaron, ustedes saben quiénes son. Mi confianza y autoestima han aumentado. Llegué a mis 50 el año pasado y, como dice mi hija, “tienes 50 y estás fabulosa”. Esta dieta me salvó y por eso la recomiendo. Ahora me mantengo”.
Ana cambió su dieta y empezó a alimentarse con más frutas. Además, evitó los alimentos altos en calorías.
Ana señala que su dieta no era muy restrictiva. Al desayuno, podía comer frutas con yogurt. Al almuerzo, comía ensaladas y podía agregar alguna proteína. A la cena, comía alguna proteína y vegetales.
A las semanas de haber comenzado, empezó a notar que perdía kilos. Sus nietos ahora le dicen que es una “fabulosa a los 50”.
“Nunca pensé que estaría tan feliz con cómo luzco. Realmente lo estoy, no solo físicamente sino que mentalmente también. Todo esto ha cambiado mi vida radicalmente”.
Ana dice que empezar es lo más difícil, sobretodo cuando tu cuerpo está muy acostumbrado a todo tipo de comida chatarra. Sin embargo, dos días después empezó a sentirse cada vez mejor y en unas semanas, empezó a notar la transformación. Eso la motivó aún más.
Acá puedes notar el cambio del “antes” y el “después” de cómo era. Su historia ha servido de inspiración para luchas personas que estén en su misma situación. Hoy se dedica a dar consejos a aquellas personas que están luchando por perder peso y que están empezando.
“La vida es muy corta como para perder cada segundo sintiéndonos miserables“, cerró.