Dos pequeños trillizos fueron encontrados muertos cerca de su hermano debido a una infección en el pecho. Seis meses después, la madre devastada recibió los resultados de la investigación, ambos niños murieron a causa de diferentes infecciones, pero la razón fue: envenenamiento con monóxido de carbono.
El SMSL, Síndrome de muerte súbita del lactante (o SIDS por sus siglas en inglés) es un problema que se ha extendido en la actualidad. Alrededor de 300 bebés mueren todos los años. Simplemente mientras están durmiendo pierden la vida por causas que no debían provocar la mortalidad. Las enfermedades menores, el humo del tabaco y dormir con los adultos pueden causar la afección.
En este tipo de desgracias, el elemento común suele ser que los bebés era prematuros. En estos casos, los bebés son débiles y sus sistema inmunológico no puede manejar las circunstancias de peligro.
Este desafortunado accidente de SMSL le ocurrió a la madre soltera Sarah Owen y a dos de sus trillizos, Charlie y Noah. Los bebés era prematuros, pero el médico realizaba visitas periódicas para controlar su estado y aparentemente estaban bien.
Charlie murió de bronconeumonía y el diagnóstico de Noah fue una infección del tracto respiratorio que afectó sus pulmones, garganta o vías respiratorias. En ambos casos, el hecho de ser prematuros fue lo que más influyó. La familia estaba desesperada pero en todo momento trataron de mantenerse fuerte y dedicar su amor al último de los trillizos: Ethan.
El SMSL es difícil de investigar, y aunque al inicio la policía afirmó que los niños habían muerto de manera natural, luego se descubrió la influencia que tuvo el envenenamiento con monóxido de carbono, lo cual aceleró la evolución de las enfermedades.
El envenenamiento no fue intencional, pero muchos de los electrodomésticos del hogar desprenden este peligroso gas, como hornos y calentadores. La fuga de monóxido de carbono es extremadamente peligrosa ya que es inodoro. Por eso, es mejor no arriesgar la vida de los seres querido y llevar a cabo inspecciones periódicas de estos aparatos.
La mayoría de los generadores de emergencia desprende este gas, por lo que nunca deben estar ubicados en garajes, sótanos y otros espacios interiores del hogar. Los calentadores solo deben usarse en caso de que la habitación esté adecuadamente ventilada.
Alrededor del 36% de las muertes por monóxido de carbono ocurren durante el invierno, precisamente debido a los calentadores. Por lo tanto, es mejor tomar las precauciones necesarias para evitar este tipo de accidentes.