El hígado es el encargado de procesar todo lo que ingresa a tu organismo, transforma la comida en energía para que el cuerpo pueda funcionar de la manera correcta, limpia la sangre y lucha contra las infecciones, por lo que es un órgano muy importante.
Ciertos virus y químicos pueden dañar este órgano, desarrollándose un daño hepático o falla en el hígado y cuando esto ocurre se necesita un tratamiento médico inmediatamente.
Falla hepática
- Falla aguda del hígado: Ésta se desarrolla sin previo aviso y sin síntomas previos. Generalmente se ocasiona por un envenenamiento por hongos, por un virus o por una sobredosis de drogas.
- Falla crónica del hígado: Ésta se desarrolla gradualmente y pueden pasar varios meses o años sin notar nada extraño en el funcionamiento de este órgano. Se produce a causa de cirrosis, hepatitis, hepatitis B, desnutrición o hemocromatosis.
Síntomas de la falla del higado
Al principio son condiciones que pueden presentarse síntomas que surgen en otras enfermedades:
- Pérdida de apetito
- Náuseas
- Fatiga
- Diarrea
Luego, cuando la falla aumenta, los síntomas son más severos:
- Hinchazón del abdomen
- Confusión mental
- Moretones repentinos o sangrado
- Comezón
- Ictericia
- Pérdida de peso
- Somnolencia
¿Cómo prevenirlo?
Puedes reducir los riesgos de las fallas hepáticas de la siguiente manera:
- Sigue muy bien las instrucciones de tus medicamentos, no tomes más de lo indicado.
- Informa siempre a tu doctor sobre los medicamentos que consumes, ya que incluso los más naturales pueden afectar al funcionamiento de tu hígado.
- Lávate las manos con cuidado, porque hay gérmenes en todas partes que pueden ingresar a tu organismo.
- Protégete durante las relaciones sexuales.
- No comas hongos silvestres.
- Es preferible no usar aerosoles, pero si lo haces, asegúrate de estar en un área con ventilación o usar una mascarilla.
- No abuses del alcohol, ya que puede provocar daños en el hígado, muchas veces irreversibles.