Todos los días, varias mascotas son abandonadas alrededor del mundo. Las excusas son diversas (“no tengo espacio”, “está muy viejo”, “me estoy mudando”), pero todas son igual de tristes y condenables. Y es que perritos son dejados a la deriva o en refugios, donde quizás nunca más puedan tener una familia y terminen siendo dormidos.
Hace unos días, un paseador de perros de Brooklyn, llamado Eric Maus, se encontró de frente con una escena lamentable mientras trabajaba con dos perritos en el sector del parque Prospect.
“Cuando estaba caminando hacia la cascada, al otro lado del puente, vi esta pit bull realmente grande y gordita atada a un árbol”, cuenta Maus. “Miré a mi alrededor y la llamé: ‘Oye, ¿dónde está tu dueño?”.
Estaba paseando a Gouda y Lily cuando se encontró con la tranquila pit bull atada a un árbol. Al comienzo pensó que estaba esperando a su dueño, pero pocos minutos después notó un detalle que le partió el corazón.
Se dio cuenta de que no había nadie a su alrededor, y decidió acercarse a ella con mucho cuidado. Pero ella no se movió, estaba muy tranquila, “tumbada, con la lengua fuera, muy linda”, contó Maus.
Una nota estaba colgando del árbol cerca de la pit bull, donde se explicaba que la perrita tenía 7 años y era una mascota muy dulce a pesar de su tamaño.
““Llévame a casa, soy un gran perro. Tengo 7 años. No dejes que mi tamaño te asuste, soy muy dulce”, decía la nota, que estaba escrita a mano.
Y aunque no sabía muy bien qué hacer, el joven sabía que quería ayudar a la perrita. Así que publicó en un grupo en Facebook del vecindario una foto de la pit bull, para que le dieran algunos consejos. Rápidamente, algunos vecinos comenzaron a responder, y un hombre se ofreció a recoger a Eric y a la perrita en su coche, para que la llevaran a un refugio.
“Cuando la sacamos del automóvil, parecía que estaba lista”, dijo Maus. “Ella básicamente saltó del auto, lo cual fue una muy buena señal. Ella sabía que estaba a salvo”, cuenta el chico.
Mamas, como la bautizaron en el refugio Sean Casey Animal Rescue, está siendo atendida por veterinarios que quieren comprobar que su estado de salud sea el mejor para comenzar un proceso de adopción.
“Se está acomodando bien”, dijo una voluntaria del recinto, añadiendo que se encuentra bastante feliz. Eric ha señalado que quien adopte a Mamas será una persona bastante afortunada, pues es una perrita muy cariñosa.