Cuando pequeños, las cosas que nos divierten y nuestros pasatiempos favoritos pueden ser las cosas más comunes. No solemos necesitar grandes panoramas para entretenernos, sino que bastaba hacer algo que nos guste junto a alguien a quien queremos.
Jay Burke es un ejemplo de ello. Es un niño de 10 años con síndrome de Down, y una de las cosas que más ama es salir y pasar tiempo con David, su padre.
En una de sus salidas, fueron de compras al supermercado, donde Jay quedó asombrado por las cajas registradoras. Entonces buscó una caja vacía y cerrada, donde comenzó a jugar como si estuviera pasando las compras de un cliente.
Aunque su padre lo intenta sacar de la caja, el niño ya estaba decidido a quedarse. En ese momento, el gerente de Tesco (la tienda en la que estaban) se acercó.
El hombre se dio cuenta de la situación y les ofreció abrir una vía de pago exclusiva para que Jay pudiera pasar sus propias compras como si estuviera trabajando en el local.
“Se sentía como un trabajador y me enterneció el corazón al ver qué tan enfocado estaba y cuánto se estaba divirtiendo”, señaló David a la BBC. “Fue increíble ver al personal tomarse el tiempo y la paciencia para hacer esto por Jay”.
Tanto David como Jay quedaron asombrados y felices por la actitud del gerente. Aunque a veces es complejo realizar algunas tareas con su hijo, David señala que so actitudes como estas las que hacen que sea mucho más fácil.
“Jay es realmente un rayo de sol. Esto realmente resalta que cuando le muestras un poco de paciencia y compasión a los niños con necesidades especiales, te devuelven el favor con una sonrisa en la cara”, cuenta David.