La pequeña Kiley tuvo que ser hospitalizada y en estudio permanente para ver su evolución.
Esta terrible experiencia tuvo que vivir una familia que se vio asustada luego de que su pequeña hija corriera peligro de muerte. Nunca se imaginaron que su hija Kiley Cook podría terminar en ese estado mientras estaba jugando tranquilamente.
Kiley se encontraba en su día de guardería como cualquier otro cuando sus padres recibieron la peor llamada de sus vidas. Era una emergencia: su hija había sido mordida por una serpiente cabeza de cobre en la mano.
Desde la guardería actuaron con rapidez y llegó una ambulancia. En minutos ya estaba ingresando al hospital ya que el veneno de esa serpiente es muy peligroso y ya había entrado a su cuerpo. Su vida corría peligro.
Gracias al actuar del personal del recinto hospitalario, pronto fue estabilizada. A Kiley le quedo el recuerdo de un pequeño moretón justo en el lugar donde la serpiente clavó sus dientes. Si llega 10 minutos tarde, la historia habría tenido un final fatal.
La Pequeña tuvo que estar en observación por varios días luego del incidente, pero ya se encuentra recuperada y con su familia. Ésta, sin duda, un recuerdo que no podrán olvidar tan fácilmente.
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