Se llama David Deutchman. Hace 12 años que trabaja como voluntario en el Scottish Rite Hospital, Atlanta. Ayuda a ver a los bebés prematuros que no pueden ser cuidados por sus propios padres sin importar el motivo.
Según cuenta, se ha encontrado con bebés que pasan semanas e incluso meses en el hospital y que no pueden tener a sus padres todo el tiempo por lo que pueden llegar a desarrollar estrés o sensación de abandono.
Aquí es donde David entra en acción. Él se encarga de abrazarlos, de cantarles, darles calor y mucho amor cuando su mamá o papá no están.
Su trabajo es vital ya que el mismo personal del recinto no puede darle ese tiempo de calidad que un bebé requiere. Por eso dicen, que aquellos bebés que reciben esa atención, son los primeros en curarse y salir del hospital más temprano.
Sin duda, David es un gran ejemplo y ya ha demostrado que darle parte de su tiempo y cuidados a los bebés tiene grandes beneficios. Como es el caso de Logan.
El pequeño lleva 6 semanas en el hospital. Su mamá lo va a ver a diario pero en las noches debe volver a casa a cuidar a su hija mayor. Ella cuenta que, volver a casa le da ansiedad por pensar que Logan la esté extrañando o sienta frío o soledad.