Al tomar un avión sabemos que tenemos que seguir ciertas reglas sobre el equipaje, los productos que se pueden trasladar, realizar el check in a tiempo pequeñas reglas que debemos cumplir para que nuestro viaje sea lo más placentero posible. Sin embargo, algunas ordenazas radican en lo extraño, ya que la aerolínea estadounidense prohibió algo insólito.
Rubin Swift era un hombre que viajó desde su cuidad natal de Ohio a Arizona por una emocionante razón, su hija recién nacida. El joven padre había obtenido recientemente la custodia de su hija y una vez que la tenía en sus brazos, no se quería despegar de ella por lo que deseaba llevarla a su ciudad lo antes posible.
Fue al aeropuerto e intentó comprar el vuelo que saliera lo antes posible a su ciudad mientras mantenía a su pequeño bebé de tan solo unos días en sus brazos. No obstante, cuando las recepcionistas lo vieron con el bebé, le hicieron una consulta: ¿cuánto tiempo de vida tiene?
Esta pregunta sorprendió, pero según las leyes del distrito prohiben transportar recién nacidos con menos de una semana de vida y su hija, Ru-Andria, tenía solo 4 días. A pesar de que Rubin intentó convencer a la persona, estos se negaron.
Sus planes caían al suelo, ya que la única forma de viajar en la aerolínea a su ciudad era esperando 3 días más, en donde su bebé cumpliría el requisito legal de 1 semana para viajar en avión.
Rubin en su desesperación, recordó a una anciana que había conocido en el hospital donde nació su hija. Joy Ringhofer, enfermera del recinto,acuñó a Ru-Andria minutos después de su nacimiento, sosteniéndola. Rubin notó que hubo una extraña y familiar conexión entre ambos, por lo que se le ocurrió llamarla para explicarle su situación y ver si lo podía ayudar.
El hombre la llamó y le narró lo sucedido ante lo que la anciana le respondió: “Voy a partir por ti y te llevaré a casa”, sin titubear, como informa Inside Edition.
Rubin al principio se mostró confundido, ya que pensó que planeaba llevarlo a él y su bebé a Ohio todo el camino, peor no pasó mucho para que el hombre se diera cuenta que estaba siendo trasladado a la casa de Joy, quien le daría alojamiento y cuidados a su bebé y a él durante los días necesarios para que pudiera transportar a su hija a su ciudad natal.
Un hermosa historia.