El título del animal vivo más grande del mundo quizás ya no recaiga en la ballena azul, pues investigadores han encontrado en las costas australianas una especie de animal alargado de casi 47 metros de largo. En animal, hallado durante la conocida expedición del Ningaloo Canyons, es aparente el más largo jamás registrado.
Imágenes del espécimen, formado por “tentáculos” en constante movimiento, fueron compartidas por el Schmidt Ocean Institute.
Esta nueva criatura fue bautizada como sifonóforo, y está formado por 180 especies de cuerdas gelatinosas, lo que la convierte en una de las criaturas más extensas del planeta.
Los sifonóforos, a diferencia de cualquier otro animal, no crecen como un solo cuerpo sino que se clonan a sí mismos miles de veces, uniéndose en un equipo mortal. Los investigadores estiman que solo su anillo exterior mediría unos 47 metros de largo.
Este gigantesco animal está formado por diminutos individuos llamados zooides, muchos de los que poseen tentáculos punzantes de colores rojos llamativos. Incluso, muchos tienen neurotoxinas que liberan para enganchar a pequeños camarones. Luego de cazar, sus presas son digeridas y dispersadas al resto de la colonia mediante su cuerpo o -más precisamente- su tallo.
Según explica el biólogo marino de la Universidad de Brow (Estados Unidos, estos son organismos individuales que a la vez funcionan como organismos de un mismo cuerpo. “Algunos mueven la colonia, otros se alimentan de ella y el resto se encarga de la reproducción”, explica.
Los sifonóforos comienzan con un huevo fertilizado que se transforma en una pequeña larva. COn el tiempo, esta desarrollará su primer tentáculo.