La bebé sobrevivió al abandono, la hipotermia y a un nido de hormigas rojas.
En el hospital donde fue llevada la bautizaron como Grace April, pero hoy es conocida como la ‘bebé milagro’ después de lograr sobrevivir a una cruel forma de abandono.
Esta recién nacida fue auxiliada por el equipo médico del hospital Dora Nginza de Sudáfrica, un motociclista, una mujer y un perro salchicha.
Su historia
En la localidad de Port Elizabeth, una mujer llamada Charmaine Keevy de 63 años paseaba a su perro salchicha como todos los días y cuando este ladró con insistencia, la mujer tuvo que dirigirse al lugar dodne creía escuchar extraños sonidos como maullidos.
Pero en el desagua donde acudió con su perro no había un gato, sino una bebé recién nacida abandonada a su suerte.
Desesperada ante la situación, la mujer quiso pedir ayuda intentando que algún vehículo se detuviera, hasta que un motociclista lo hizo.
El motociclista de 60 años llamado Cornie Viljoen, no podía abrir el desagüe así que buscó una barra de hierro para intentar usarla como palanca y así poder abrir la tapa de concreto.
La pequeña había sido abandonada en un lugar casi inaccesible quizás esperando que muriera sola y sin alimento.
Cuando al fin Cornie logró destapar la entrada al desagüe, tuvo que bajar para poder alcanzar a la niña, pero cuando intentó hacerlo sintió las picadas de hormigas.
La bebé estaba muy cerca de un nido de hormigas rojas que poseen un veneno que causa irritación, dolor, picazón e inflamación, todo lo que puede infectarse y que puede ser fatal para una persona alérgica. Si la bebé hubiese caído sobre el nido, el desenlace hubiese sido fatal.
Luego de que pudieron sacar a la niña, Charmaine la abrigó con una camisa y esperaron que la ambulancia llegara para que la bebé fuese trasladada al hospital Dora Nginza.
Los salvadores de la bebé publicaban en redes sociales las graduales mejorías de la bebé y agradecían la preocupación y el apoyo de la gente al conocer esta cruel historia que al fin lograba tener un final feliz con cada progreso en la salud de la pequeña.
Keevy considera que ella debía encontrar a la pequeña pues causalmente ese día cambió la ruta habitual que siempre hacía con su perro salchicha.
No pude evitar sentir que hay algún tipo de plan y propósito para la vida de esas niñas pequeñas: es un milagro sin lugar a dudas (…). Estoy muy feliz de haberla encontrado y estoy encantada de que esté viva y mejorando.
Esperamos que la niña se recupere del todo y encuentre un hogar lleno de amor y felicidad.
Un milagro salvó a esta recién nacida y ahora merece una vida llena de cosas buenas.