La peor cara del cambio climático es recogida por un estudio realizado por universidades de Europa en conjunto.
El estudio concluyó que el cambio climático y sus olas de calor amenazan la vida de los delfines.
Una ola de calor marina tuvo implicancia en la supervivencia y las tasas de natalidad de los delfines en Shark Bay en Australia Occidental. Investigadores de la universidad de Zurich documentó que el cambio climático puede tener grandes consecuencias para la conservación de mamíferos marinos.
Lo que pasó
Shark Bay de Australia Occidental es patrimonio de la humanidad según la Unesco. Al inicio del 2011 una ola de calor hizo que la temperatura del agua subiera 4 grados por encima del promedio anual y esto causó pérdida de pastos marinos.
Los investigadores de la Universidad de Zurich estudian como esto afecta la supervivencia y reproducción de los delfines con datos recolectados desde el 2007 al 2017.
Lo que se encontró
Tras estudiar el fenómeno se concluyó que la supervivencia de los delfines disminuyó en un 12% después de la ola de calor mencionada y las hembras de esta especie dieron a luz menos crías, lo que duró, al menos hasta el 2017.
Los menos afectados
Los delfines que usan esponjas para ubicar alimentos en aguas profundas, no se vieron tan afectados como aquellos que no utilizan esta técnica.
“Sin embargo, nuestro trabajo plantea la preocupación de que tales eventos repentinos puedan tener efectos negativos a largo plazo, incluso en grupos de mamíferos marinos que se suelen adaptar bien a las nuevas condiciones ambientales”, dice Sonja Wild, doctora por la Universidad de Leeds y autora del estudio.
Expectativas
Esta investigación por primera vez muestra que las olas de calor marino no afectan sólo a organismos de niveles más bajos de la cadena alimenticia sino que también pueden tener consecuencias en animales de niveles superior de esta cadena como los delfines en este caso.
“Es probable que las olas de calor marinas se produzcan con más frecuencia en el futuro debido al cambio climático”, dice el líder del estudio el Dr. Michael Krützen, el profesor del Departamento de Antropología de la Universidad de Zurich. “Esto es preocupante no solo por las perspectivas a largo plazo de las poblaciones de mamíferos marinos, sino también por todos los ecosistemas oceánicos”, complementó.