A partir de 1960, se inició esta tradición debido a que el número de jabalíes salvajes se había disparado y comenzaron a dañar los cultivos locales.
La imagen que estás viendo es de un sangriento ‘deporte’. Así, al menos, le llaman al enfrentamiento entre un perro y un jabalí donde gana el más fuerte. Se realiza en la isla indonesia de Java.
Cientos de personas abarrotan el lugar para poder disfrutar de la pelea a muerte entre ambas especies. Estos animales han sido criados con este fin y el evento se conoce como “adu bagong”.
Al comienzo de la tradición, en la década de los 60, los agricultores locales cazaban a los jabalís y los mataban antes de que empezaran a fomentar las sangrientas peleas.
Y también es un negocio rentable. Detrás de toda esta ‘fiesta’ existen criadores que pueden llegar a ganar hasta 2.000 dólares si es que alguno de sus perros le ganan a uno de estos agresivos animales salvajes. Según la percepción que tienen los lugareños, los cerdos ponen a prueba las habilidades de caza de los perros.
La arena de pelea tiene entre 15 a 30 metros; está rodeada por paredes de bambú y una poza de agua en uno de los extremos. Los perros, que pueden ser de distintas razas, son arrojados al centro.
Si un jabalí sobrevive a una pelea, le curan sus heridas para volver hacerlo pelear al día siguiente. Si muere, venden su carne.
Y ya hay grupos defensores de los animales que permanentemente están reclamando en contra de este pseudo deporte. Según Marison Guciano, activista indonesia, “Se trata de un acto criminal contra los animales. Se ha insistido al Gobierno y a las ONG que deben ir hasta allá y prohibir estos eventos“.
Por su parte, Agus Badud, quien es criador de perros, se defiende argumentando que les permite a los locales ganar algo de dinero. “Yo participo de estos torneos únicamente para aumentar el precio de venta y el valor de mis perros. Sería inútil, como criador, no participar“.