El sol brillaba en el azul mediterráneo italiano aquel viernes 13 de enero de 2012. Unos 3 mil turistas disfrutaban a bordo de un crucero llamado Costa Concordia frente a la isla de Giglio (Toscana, Italia). Pero nadie se esperaba el triste final de uno de los barcos más lujosos jamás construidos.
Debido a una errada maniobra del capitán del crucero, encalló en la costa y se hundió rápidamente. Poco más de un año después y gracias a un arduo trabajo de ingeniería, el barco pudo ser reflotado y traído a la superficie.
Luego del accidente, el capitán y varios de los marineros del Costa Concordia terminaron presos por presunta negligencia al navegar erráticamente y peligrosamente cerca de la costa de la isla de Giglio.
Esta gigantesca embarcación tenía290 metros de longitud, en los que contaba con 505 habitaciones, 58 suites, un gimnasio 5 jacuzzis, 5 spas, 13 bares, 5 restaurantes, solarium, discoteca, teatro y mucha áreas comunes.
En el naufragio perdieron la vida 32 personas, y además se produjeron pérdidas multimillonarias. Por suerte el barco ha sido reflotado a tiempo, antes de que ocurran derrames de gasolina en el mar.
En total, el Costa Concordia llevaba más de 4 mil personas entre pasajeros y tripulación.
Gracias al reflote de la embarcación, se han podido ver todos sus lujosos pasillos vacíos, llenos de escombros y algas, con un aspecto tenebroso.
Todo su lujo quedó reducido a óxido y desolación. EN el reflote incluso se hallaron las maletas de los que iban a bordo del crucero, ya que en el naufragio nadie pudo salvar sus pertenencias.
Realmente impactante.