El llanto de los niños puede tener varias causas, desde llamar la atención de sus padres, hasta sueño, cansancio o hambre. Por ello, debemos ser cuidadosos sobre lo que se le dice cuando le intentamos calmar.
A continuación te mostramos algunas frases que deberías evitar.
“Deja de llorar de una vez” o “no llores”
Esta clase de frases puede llevar a los niños a pensar que llorar es malo. Si regañas a los niños por llorar, probablemente empiecen a reprimir sus emociones, y quizás en la adultez pueden no saber manejar bien sus sentimientos, con escapes más bien tóxicos. Siempre es preferible preguntarle por qué llora, hacerle sentir querido y abrazarle.
“Si continúas llorando, te voy a dar yo para que llores con razón”
Si lo amenazas con castigo físico, lo estás criando con violencia no sólo física sino psicológica. Esto podría generar una costumbre en ellos de emplear la violencia como una respuesta frente a varias situaciones. Lo mejor es darle nuestra atención y mostrar que nos preocupa su situación, preguntándole por qué llora para solucionarlo.
“Los chicos no lloran”
Mensajes sexistas como estos son contraproducentes, en especial con los chicos más pequeños, porque les crea una concepción errónea de los sentimientos. Todo el mundo puede llorar porque es una reacción natural frente a sentimientos fuertes. Lo mejor es evitar este tipo de clases represivas, y educar a los niños en la igualdad.
“No exageres”
Esta clase de frases restan valor a sus emociones. Cuando las usamos, no estamos comprendiendo al niño ni dándoles el apoyo que necesitan. En un futuro, terminarán no acudiendo a nosotros cuando les suceda algo o cuando sientan algo fuerte. Siempre es fundamental transmitir confianza.
“Si lloras, vete de mi vista”
Este tipo de frases crea un desapego, pues le transmite la idea de que los niños no pueden acudir a nosotros cuando quieran llorar. Lo mejor es preguntarles la razón de su llanto, e intentar explicarles la mejor manera de manejar sus sentimientos.
