Los demonios de Tasmania son los marsupiales carnívoros más grandes del planeta. Pese a que apenas logran la altura de un perro pequeño y no son feroces en el sentido estereotípico, su nombre fue creado por los colonos europeos debido a los inquietantes gruñidos que producen en la noche mientras cazan o se alimentan de carroña.
El demonio de Tasmania desapareció de Australia continental hace unos 3 mil años debido a la caza humana, principalmente, que acabó con las especies de las que se alimentaba. Además, la introducción de los dingos desde el sureste asiático empeoró el asunto.
Desde entonces, la especie se encuentra únicamente en Tasmania, la isla al sur de Australia que los bautiza y donde se concentran los esfuerzos para evitar su extinción.
Luego de tres milenios desaparecidos de tierra firme, los demonios de Tasmania han vuelto a Australia. Junto a varias organizaciones conservacionistas, 26 ejemplares de la especie fueron liberados en el santuario de Barrington Tops, región de bosques subtropicales y alpinos ubicada al norte de Sídney. Es el primer intento por repoblar el continente con esta especie.
Además del esfuerzo para garantizar la supervivencia del demonio de Tasmania en su hábitat original, esta reintroducción tiene como fin devolver el equilibrio ecológico a los bosques australianos, que ha sido afectado gravemente por especies invasoras que llegaron junto a los primeros colonos europeos.
La megadiversidad australiana está en peligro constante: zorros y gatos son los principales depredadores dentro de la fauna invasora, en un problema que se ha acrecentado en las últimas décadas. Por ello es que el gobierno ha tomado decisiones radicales, como la caza de 2 millones de gatos domésticos que empezó en 2015.
Un estudio de Wildlife Research indica que solo los gatos tienen la culpa de un millón de reptiles diarios, junto con otras aves y especies propias de la biota australiana, única en el planeta.
Esta reintroducción del demonio de Tasmania debería descender la cantidad de depredadores invasores y disminuir las enfermedades en el bosque, gracias a que se trata de un animal carroñero por excelencia.
Esta acción se acompañó con una campaña donde los actores Chris Hemsworth y Elsa pataky aparecían liberando a los primeros ejemplares:
Los conservacionistas pretenden introducir otros 40 marsupiales más al cabo de dos años para así vencer la extinción de la especie, restaurando el equilibrio ecológico de los bosques australianos.