Los más afectados por el síndrome de Burnout son padres y madres que se anulan para preocuparse todo el tiempo de sus hijos. Si tu caso es este debes actuar para que no termines cansado, sin fuerzas y descuidando a tus hijos.
Madres que sufren los efectos del síndrome de Burnout
El experimentar este síndrome nos hace sentir estrés intenso al no poder conciliar la vida de padres, con lo social y lo individual.
Este síndrome consta de un estrés agudo o crónico, el sentir que todo se desborda, que actuamos mal y no tenemos control sobre nada. El estrés es resultado de la segregación de adrenalina y cortisol y hace que nos sintamos vivos, pero el problema es cuando existe una amenaza real.
Es muy importante establecer prioridades.
Causas de este síndrome
La causa principal del síndrome de Burnout es el estrés por compaginar distintos aspectos de nuestra vida como familia, trabajo, amor, amistad sin poder lograrlo, lo que genera enojo, frustración y descuido.
No podemos pretender ser superhéroes ni superheroínas, por eso hay que organizar bien nuestro tiempo siendo realistas.
¿Cómo se detecta el síndrome?
Si nos afecta este síndrome no podremos conciliar el sueño, nos obsesionaremos con el tiempo libre y culparemos a otros de nuestros problemas. Nos aislaremos de la vida social para tener tiempo a solas y con ello las personas podrían dejar de querer contactarse con nosotros, haciendo que nos sintamos solos y culpables de su alejamiento.
Lo que debemos hacer si detectamos el síndrome
- Debemos aceptar que no podemos con todo: A veces pensamos que tenemos tiempo para lo importante y también para el ocio, pero no es tan así.
- Debemos delegar responsabilidades: Podemos dejar obligaciones en manos de otros para cuidar nuestra salud, descansar y retomar todo cuando estemos mejor.
- A veces debemos renunciar a algunos deseos: Quizás deberemos dejar de tener tiempo libre para poder limpiar la casa, o tendremos que olvidarnos tener una mascota por mucho que nuestros hijos lo quieran ya que si la tenemos nuestro tiempo a solas será menor.
- Para ordenar la vida, hay que ordenar primero la mente y tener prioridades. Es importante que pensemos en aquello de lo que podemos prescindir.
- No culparse ni culpar a otros: La culpa nos bloquea y a veces no cumplir nuestros objetivos nos frustra, pero no debemos sentirnos culpables por ello. Es mejor que veamos soluciones y no culpemos a terceros.
No hay que sentirse mal por no tener todo bajo control. nuestro principal objetivo debería ser buscar tiempo para disfrutar de ratos en soledad y con otros que nos importen, darnos paz y transmitirla.