Uno de los animales más inteligentes y leales que existe es el elefante, además de tener una extraordinaria memoria y sensibilidad especial.
Lamentablemente día a día se exponen a cazadores quienes lo asesinan con el simple fin de obtener sus colmillos de marfil para luego venderlos en el mercado negro. Otros los explotan en circos o los someten a situaciones muy peligrosas que llegan a causarle la muerte. Y finalmente están los turistas ignorantes e irrespetuosos que pagan para pasear sobre un elefante y así estar en “contacto” con ellos.
A pesar de la corpulencia de los elefantes, no están hechos para llevar humanos sobre su espalda ni mucho menos monturas incómodas y pesadas.
Por suerte existen otras alternativas para poder compartir con estos animales de una manera respetuosa y amigable. En Chiang Mai, Tailandia, existen campamentos de elefantes rescatados de maltrato, en donde son curados y alimentados para que puedan disfrutar del lugar sin problemas.
Para financiarse permiten el ingreso de turistas, quienes pueden compartir con ellos, hacerles cariño, bañarlos y alimentarlos.
En un campamento había un pequeños elefante que apenas vio visitas quiso jugar con ellos. Se acercó a los turistas y se abalanzó sobre ellos, con abrazos. Afortunadamente todos entendieron su forma de jugar y le siguieron el juego.
Estos turistas fueron muy afortunados por poder compartir de esta manera con un elefante bebé, ya que pudieron acercarse bastante al animal y regalonearlo por mucho tiempo.
¿Te gustaría vivir esta experiencia?