El coronavirus sin duda han modificado nuestra vida totalmente, sin embargo quienes sí se han visto beneficiados con la pandemia mundial son los animales salvajes. Las ciudades están más vacía y ellos pueden disfrutarla como siempre debieron, y por otro lado, ha parado el funcionamiento de empresas que los explotan tanto a ellos como a su hábitat.
IP-Utgerd y Hvalur, las dos empresas balleneras de Islandia, decidieron no organizar cacerías de ballenas por segundo año consecutivo, debido a la pandemia del COVID-19.
En el caso de IP-Utgerd, especialistas en la caza de ballenas Minke, señalaron que ya no es económicamente viable buscar ballenas en las costas islandesas ya que las autoridades locales establecieron una zona costera protegida de la pesca, por lo tanto deben alejarse aún más de la orilla.
“Nunca más voy a cazar ballenas, pararé definitivamente”.
Gunnar Bergman Jonnson, director de operaciones de la empresa
Por su parte, Hvalur, dedicada a la caza de ballenas fin, señaló que no cazarán este año debido a problemas con las exportaciones y, en menor medida, por las reglas de distanciamiento social relacionadas al coronavirus.
La competencia ballenera con Japón los debilitó bastante, ya que en comparación, los productos islandeses son mucho más difíciles de exportar y tienen que cumplir con una estricta serie de condiciones.
Aunque de esta manera muchas personas se quedarán sin poder trabajar en estas empresas, por otro lado, las ballenas nórdicas seguirán vivas por mucho más tiempo.