La noche polar, un fenómeno natural, ha llegado a Barrow, un pueblo de Alaska que estará 66 días sin luz solar.
Barrow es un asentamiento muy cercano al Círculo Polar Ártico con 4 mil 200 habitantes que se dedican a la caza, el petróleo y al turismo.
Lo particular de este lugar es que cada 18 o 19 de noviembre Barrow no tiene luz solar por 66 días, con lo que se da inicio a la noche polar que se produce por la inclinación de la Tierra lo que no permite que el sol alcance la altura por encima del horizonte en lugares cercanos a los círculos polares.
Desde fines de junio el atardecer en este pueblo ocurre cada vez más temprano, lo que se acelera con la llegada del otoño y a fines de octubre la región sólo tiene 4 horas de luz solar al día. El 18 de noviembre, quienes habitan Barrow disfrutaron de sólo 34 minutos de sol antes de que este desapareciera a las 13:29 para dar inicio a la noche polar.
La vida durante la noche polar
La vida no se detiene por la noche polar. De hecho en estos dos meses las reuniones con familiares y amigos en torno a bebidas típicas del lugar, se prolongan por más tiempo, así como los juegos y actividades en la nieve.
Además la aurora boreal ilumina el cielo durante algunas noches polares y se ven miles de estrellas. No se produce el fenómeno de depresión en sus habitantes que más bien encuentran tranquilidad en esta época.
Durante la noche polar, si bien nunca sale el sol, el alumbrado público está encendido todo el día y en el cielo se producen tonalidades azul marino similares a las del anochecer o atardecer.
En otras ciudades como Tromsø que tiene 72 mil habitantes y se ubica al extremo norte de Noruega, las luces navideñas protagonizan el Festival de Cine y Jazz cuando se marcha el sol.
Luego de la noche polar, estas localidad atraviesan el fenómeno opuesto y se ve el sol a medianoche desde el 11 de mayo al 18 de agosto, cuando no oscurece ni un minuto.