Una monita indonesia que vive en un zoológico de Tel Aviv, Israel, ha decidido romper con todos los esquemas de la sociedad moderna y, sin importar qué diga el resto, ha decidido adoptar a un pollito que se metió a su jaula.
Niv apenas lo vio, tomó al pollito y se dedicó a cuidarlo y darle cariño. Hay que decir que el pollo fácilmente pudo huir del lugar, así como entró entre los barrotes, pero curiosamente no lo hizo y prefirió quedarse con su nueva madre.
Estos dos amigos desarrollaron una relación muy particular, al punto de que ahora son inseparables y compinches.
En otra ocasión, Niv intentó de adoptar otro pollo; sin embargo, él se escapó de la jaula. Pero esta nueva ave parece que sí disfruta de la compañía de la monita.
Uno de los trabajadores del zoológico señaló que Niv se ve muy feliz como madre. Todas las noches duermen con su pollito y se explican este comportamiento ya que la monita tiene 4 años y ya alcanzó la edad de madurez sexual. Sin embargo, se le ha hecho difícil conseguir un compañero. Por eso tiene ese instinto maternal a flor de piel.