Mucha gente decide tener una mascota para que vigilen su casa, actuando de guardián frente a ladrones y desconocidos que traten de ingresar al hogar. Pero para esos fines, es mucho más efectivo instalar una alarma, pues a un ladrón decidido y con un arma probablemente no le será muy difícil hacerle daño al perro.
Pese a ello, muchos aún insisten en ver a los perros como una “medida de seguridad” más que como seres vivos iguales a ellos.
Esto ocurrió con los dueños de Diesel, un perro que parecía la perfecta elección de cuidador pues tenía un gran tamaño que seguro intimidaría a cualquiera que intentase entrar a la casa.
Pero en vez de dejarlo libre por las afueras de la casa, lo mantuvieron atado para que no se fuera a escapar. Y así es como vivió 4 años encadenado día y noche, bajo el frío y el calor, y expuesto a toda clase de amenazas.
El pobre Diesel soportaba el frío suelo nevado alternando sus patas: siempre mantenía una de ellas levantada para aliviarse mientras se apoyaba en las otras.
Además, tenía que defenderse como pudiera del ataque de otros perros de la zona, que aprovechaban su indefensión para morderlo y causarle heridas profundas.
Se encontraba tan expuesto que incluso un caballo le llegó a golpear la cabeza, dejándolo con serios daños en sus dientes y sangre congelada entre su pelaje frondoso.
Por suerte, un grupo de activistas defensores de los animales supieron de su situación y lograron rescatarlo antes de que fuera demasiado tarde.
Este adorable perrito fue trasladado en avión hasta un centro de rehabilitación, donde recibió mucho amor y tratamiento médico. Ahí hizo amigos y aprendió a comportarse, para ser un perfecto candidato para cualquier familia que lo quisiera adoptar.