La joven Cayla Chandara estudia y trabaja, luchando por mantenerse a flote para poder equilibrar sus dos tareas y así cumplir sus sueños. Siguiéndolos fue que se mudó al área de Waikiki (Hawái) para seguir su carrera académica, donde experimentó una tensión financiera bastante grande.
Con el tiempo, Chandara estaba trabajando en dos empleos distintos, y debió abandonar la universidad para ahorrar dinero y regresar más tarde.
Durante el día, Chandara trabajaba en Cheesecake Factory, y por las tardes en Noi Thai Cuisine. Como resultado, nunca iba a clases y casi nunca podía completar sus tareas.
Así fue como abandonó la escuela para ahorrar dinero, y poder regresar cuando pudiera pagar los estudios de forma tranquila. Pero, mientras trabajaba una noche, hizo una conexión inesperada.
Una pareja australiana había ocupado una de las mesas en la sección de Noi Thai Cuisine donde Chandara trabajaba. Ahí, conversaron y ella les pudo contar que no había podido continuar sus estudios debido al costo de la vida en el área, y que estaba ahorrando para regresar a su carrera pronto.
Cuando la pareja se fue, Chandara se sorprendió al ver que le habían dejado una propina de $400, casi el doble del costo de la comida. Quería agradecerles, pero ya se habían ido del establecimiento.
Por suerte cuando conversaban, ellos le dijeron donde se hospedaban.
Pronto Chandara les escribió una carta de agradecimiento por su generosidad, fue a la tienda a comprarles flores y se las dejó en el hotel. Al día siguiente, recibió una sorpresa aún mayor.
La pareja volvió a ir al restaurante, y le dijeron que querían ayudarle a pagar su deuda y el resto de su matrícula, para que Chandara pudiera volver a la escuela: un total de 10 mil dólares.
La joven sintió que el gesto era demasiado, pero ellos insistieron en hacer esto por ella. Hoy, la joven está de vuelta en la universidad, donde estudia negocios, y espera honrar el sacrificio de la pareja y que se sientan orgullosos de haberla ayudado.