La naturaleza es sabia y nos lo demuestra con cada catástrofe natural que se produce al rededor del mundo, ya sea un huracán, un terremoto o una erupción. El pasado domingo 3 de junio en Guatemala el Volcán de Fuego hizo erupción y dejó alrededor de 1.7 millones de guatemaltecos afectados.
Tres departamentos de Guatemala abarca este volcán, por lo que muchas personas se vieron afectadas por la erupción que fue una de las más violentas en 44 años.
Se han rescatado a casi 40 personas con graves quemaduras y problemas de salud debido al evento, pero se presume que hay otros 38 fallecidos, sin embargo el calor del lodo aún sigue por lo que no se ha podido rescatar nuevos cuerpos. Por el momento 3.100 personas han sido evacuadas.
“Tenemos personas desaparecidas, pero ignoramos cuántas son, debido a que se está haciendo el recuento con las comunidades”.
– Coordinadora Nacional para la Reducción de Desasatres, CONRED
Según el Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala la onda de choque de la explosión abarcó más de 20 kilómetros alrededor del volcán y las cenizas se movieron a más de 40 kilómetros, llegando ya a la Ciudad de Guatemala.
Además el 4 de junio alrededor de las 9 de la mañana, un sismo se produjo en las costas del Océano Pacífico del mismo país, registrándose una intensidad de 4,9 en la escala de Richter.