Además de la evidente crisis sanitaria y económica que ha generado el COVID-19, existe un gran brote de contaminación generado por las mascarillas y guantes desechables que son arrojados a la vía pública luego de utilizarse para detener el contagio del virus. Ante este hecho, ciudades de todo el mundo ya han comenzado a tomar cartas en el asunto y promulgado nuevas normas.
En Roma, capital de Italia, país que se ha visto fuertemente afectado por la enfermedad, ha decidido multar a todo aquel que bote de manera inadecuada las mascarillas y guantes. Con ello pretenden prever un posible método de contagio, ya que no solo se trata de la contaminación ambiental sino que además de la propagación irresponsable del virus
El Ayuntamiento de Roma aprobó una ordenanza en la cual establecieron una multa de entre 25 y 500 euros para quienes tiren las mascarillas o los guantes a la calle.
“En estos meses de emergencia sanitaria del coronavirus nuestros operadores ecologistas han denunciado en numerosas ocasiones la recogida de guantes y mascarillas usadas, arrojadas al suelo por personas maleducadas”.
Virginia Raggi, alcaldesa de Roma
Raggi señaló que estos desechos también “constituyen no solo un potencial riesgo sanitario” sino un daño al medio ambiente. Por lo que, desde el próximo 31 de julio comenzará a regir esta ordenanza.
La alcaldesa sugirió que para deshacerse de los guantes y las mascarillas, estos deben ser arrojados a los contenedores de basura, para que no estén al alcance de los transeúntes de la calle.
Ante esta gran crisis sanitaria no debemos descuidar el medio ambiente.