Todos admiran Japón por ser un país que a pesar de verse devastado por bombas nucleares hace apenas 72 años, se alzó con poca ayuda externa y hoy es una potencia en todos los sentidos. Algunos lo consideran un paraíso futurista, mientras que otros admiran su orden y la honestidad de todos los ciudadanos, sin embargo Japón sabe que no puede confiar en lo que otros piensan de ellos, porque como el resto del mundo, se tiene que preparar para enfrentar el cambio climático.
Japón tiene un sentido de prevención que no ha llegado a otros países, ya que mientras las tormentas tropicales y otros desastres naturales azotaron a América el año pasado, haciendo que comenzaran a exigir a sus gobiernos medidas preventivas y nuevas construcciones para evitar desastres como los ocurridos, el país nipón lleva más de 20 años trabajando en eso.
En el norte de Tokio existe muchas cisternas subterráneas que parecen grandes templos religiosos si no fuera porque se encuentran vacíos. Ahí, donde fácilmente podría albergarse la estatua de la libertad por el enorme tamaño que tienen, se espera que en caso de emergencia en la ciudad debido a inundaciones, el agua llegue a filtrarse y evite que la ciudad más importante del país caiga antes las fuertes aguas.
Japón es un imán de desastres naturales, hace seis años un terremoto provocó un tsunami, pero además de eso, también es uno de los países más “húmedos” del mundo, por lo que las inundaciones son cosa de todos los días, por eso desde los años noventa un equipo a cargo de Kuniharu Abe se prepara para “inundaciones nunca antes vistas”.
Sin embargo, a pesar de la fama que Japón tiene en el resto del mundo, el trabajo que hacen parece ser mínimo, pues el cambio climático ha vuelto a las tormentas muchas más agresivas. Según Hiro Tabuchi del New York Times:
“A lo largo de Japón, las mediciones de precipitaciones de más de 50 milímetros por hora han aumentado en un 30 por ciento en las últimas tres décadas, según cálculos de la Agencia Meteorológica Japonesa. La frecuencia de precipitaciones por arriba de 76 milímetros por hora ha escalado en un 70 por ciento. La agencia atribuye el aumento de estas intensas lluvias al cambio climático, lo que anuncia una nueva era en un país que ya está entre los más húmedos del planeta, y cuya lengua tiene decenas de palabras para referirse a la lluvia”.
Japón se encuentra con una de las deudas externas más grandes de su historia y en un país en el que la mayoría de la población cada vez es más vieja, el dinero no puede moverse con gran libertad para seguir buscando alternativas en caso de inundaciones.
Las cisternas fueron una apuesta muy grande que hasta ahora ha funcionado. A pesar de las tragedias que Japón ha experimentado, éstas no han sido tan graves como en otros países debido a que se han preparado. De todas formas el futuro de Japón es incierto, pero ellos saben trabajar al máximo para asegurar a su población.