Según contó “Se inseminó a una hembra de chimpancé con el semen de un donador anónimo” destacó.
Se le llamó Humancé, un término que muy pocos conocer y es la mezcla de la palabra “humano” y “chimpancé”. Un híbrido entre un hombre y este animal.
Fue el científico estadounidense, Gordon Gallup, quien declaró al diario The Sun que efectivamente sí existió y que ocurrió en 1920.
Según él, nació en un centro de investigación donde trabajaba su profesor.
Según sus propias palabras “Habían inseminado a una hembra chimpancé con el semen de un donador anónimo. Además me dijo que el embarazo ocurrió y llegó a término. El resultó fue una cría viva”.
Pero al pasar un tiempo, la moral y la ética hizo que reconsiderara lo que hizo y terminaron por hacerle una eutanasia.
También está el caso de Oliver, el chimpancé de las imágenes. La falta de pelo, orejas pequeñas y ausencia de hocico además de un comportamiento humanizado (como sentarse, pararse por largos periodos de tiempos y sentir atracción sexual únicamente hacia los humanos) lo hicieron popular en 1960. En 1996 se corroboró que se trataba de un chimpancé 1o0%.