El rubor en las mejillas en una persona denota vergüenza o culpabilidad y esto para muchos demuestra inseguridad o timidez, pero esto no es así ya que a quienes les sucede esto serían más sinceros.
Aquí te contamos porque sonrojarse no es signo de debilidad.
Ruborizarse es común
Los únicos animales capaces de ruborizarse son los humanos según hallazgos de Darwin. Cuando realizaba su estudio sobre la evolución y observó a los monos, él definió el hecho de sonrojarse como ”la más humana de las expresiones” debido quizás a un mecanismo de defensa social contra la sensación de culpa o vergüenza.
Esto le resulta atractivo al sexo opuesto
Curiosamente somos más atractivos cuando nuestras mejillas se colorean, lo que refleja vulnerabilidad y eso crea intimidad llamativa para el sexo opuesto. Poner color en nuestras mejillas nos hace lucir radiantes.
Las personas que se sonrojan son más confiables
Otros gestos delatores
Experimentos realizados a 60 estudiantes universitarios a los que se les grabó en medio de situaciones vergonzosas, señalan que sonrojarse crea confianza en otros y por eso no deberíamos ocultarlo. Este estudio abarca a personas que reaccionan mirando al piso, cubriendo su rostro, riendo involuntariamente o ruborizandose ante la menor provocación.
¿Por qué nos ruborizamos cuando nos avergonzamos?
Nos ponemos rojos cuando nos da vergüenza porque el organismo secreta adrenalina, lo que provoca que la piel se sonroje, al igual que cuando hacemos ejercicios ya que el flujo sanguíneo aumenta y los vasos de nuestras mejillas se dilatan. Esto está ligado a nuestro sistema nervioso simpático y no podemos controlarlo. También podemos sentir como se acelera nuestro corazón y la respiración aumenta su frecuencia, causando que algunas personas suden.
Cuando nos ruborizamos es imposible mentir
No podemos evitar ruborizarnos, ya que es un conjunto de funciones involuntarias en nuestro cuerpo que se genera en una situación que nos avergüenza, pero no siempre de manera desagradable ya que esta reacción esta ligada a la honestidad, así que si alguien se sonroja, créele.