Algo que preocupa a muchas mujeres, pero pocas se atreven a consultar con su ginecólogo, es acerca de la menstruación. En ocasiones aparecen coágulos y eso llega a ser inquietante, pero no hay que alarmarse todavía, la causa podría ser algo temporal, un desajuste hormonal y en el caso de que sea necesario acudir al médico habrá que prestar atención a los síntomas.
Cómo se forman los coágulos en la sangre menstrual
La menstruación se trata de la expulsión del endometrio, un tejido que recubre el útero, al no haber embarazo.
Por lo general, la mujer no se percata del momento exacto en el que la expulsión ocurre, ya que pasa de a poco, aunque en ocasiones puede desprenderse de una vez y confundirse con un coágulo, cuando en realidad es la mucosidad endometrial.
Cuando el sangrado en muy denso, es cuando más comúnmente se presentan coágulos, ya que se trata de sangre que se quedó en el útero por un poco más de tiempo y que fue coagulada por el mismo sistema de defensa que impide que una herida siga sangrando sin parar.
Pero en el mismo útero, existe una sustancia anticoagulante llamada plasmina, que se encarga de hacer fluir la sangre menstrual y evitar que se coagule por completo.
Si el flujo menstrual es demasiado, la plasmina resulta insuficiente y es entonces cuando los coágulos se forman, aunque los mismo espasmos que causan los cólicos se encargan de expulsarlos.
Causas
- Desequilibrio hormonal: Una alteración en los niveles de estrógeno y progesterona, las hormonas secuales femeninas, puede provocar una mayor concentración de coágulos, sobre todo en las adolescentes y mujeres justo a punto de tener la menopausia.
- Estrés: No cabe duda que el estado anímico de las personas influye de alguna u otra forma en la salud y la menstruación no es la excepción. El estrés puede causar desde sangrado excesivo, hasta retrasos en la regla, y ese sangrado denso es muy probable que se convierta en coágulos.
- Engrosamiento del endometrio: Cuando el endometrio se engrosa excesivamente, pequeños fragmentos suelen desprenderse y ser expulsados como coágulo.
- Aborto involuntario: Coágulos de color grisáceo o amarillento son señales de una posible pérdida gestacional, se recomienda acudir al médico de inmediato si se presenta un sangrado excesivo que no se detiene y dolor pélvico.
- Endometriosis: Padecimiento en el que el endometrio crece fuera del útero, por ejemplo en las Trompas de Falopio, y al no ser desechado correctamente, empieza a coagularse y a causar dolor e inflamación.
- Miomas, pólipos o quistes: Estos crecimientos uterinos en ocasiones causan coágulos en la regla.
- Anemia por deficiencia de hierro: El hierro es necesario para que se forme la plasmina, el anticoagulante del útero.
- Problemas sanguíneos: Plaquetas en exceso o deficiencia en la plasmina.
- Menopausia: Presentar coágulos en la menstruación cuando antes no se tenían puede ser señal de que el fin de la edad fértil se acerca.