Inia geoffrensis es el nombre científico del delfín rosado del Amazona, un anima que vive en el río Medeira de Bolivia y la cuenca del Orinoco.
Desafortunadamente la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), señaló que esta especie está mucho más amenazada de lo que se cree y pasó de la categoría de “vulnerable” a “en peligro de extinción”.
La UICN, organización encargada de estudiar el estado de conservación de las especies del mundo, tiene nueve categorías para determinar a las especies de menor a mayor riesgo de extinción:
- No Evaluado (NE)
- Datos Insuficientes (DD)
- Preocupación Menor (LC)
- Casi Amenazada (NT)
- Vulnerable (VU)
- En Peligro (EN)
- En Peligro Crítico (CR)
- Extinta en Estado Silvestre (EW)
- Extinta (EX)
Desde la última evaluación realizada en 2018, el panorama en términos de hábitat y supervivencia, ha cambiado bastante para el delfín rosado. Su población ha disminuido y las mayores amenazas para su existencia son la contaminación de su hábitat, el desarrollo residencial y comercial, la minería, la pesca y la guerra.
El hecho de que las fuentes de agua y los bosques de inundación estén contaminados, atenta contra la supervivencia de esta especie, ya que son estos lugares los que utilizan como hogares.
De hecho, ahora que pasaron a la categoría de “En Peligro”, se convirtieron en uno de los delfines de río más amenazados del mundo.
Por su parte, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) pidió a los gobiernos de la región del Amazonas priorizar la preservación de la especie, aplicando estrategias de preservación del patrimonio natural.